Manual de los pequeños placeres

Camino por las calles y recojo hojas secas,
voy al mar y en mi valija se viene una estrella de mar o caracola,
Me inquieta la infinita posibilidad del espejo en el espejo,
guardo corazones y les pongo escudo de latón,
gozo de placeres discretos los doblo muy bien y los guardo en el cajón...
hasta ahora.





sábado, 23 de octubre de 2010

Una noche en Singapur


Desde que ella cruzó la puerta supe que la besaría. Tenía que probar su boca suave con sabor a especia de oriente...
Aquella noche estuvimos jugando a tomarnos fotografías , de momentos nos tocamos suavemente para conseguir el encuadre deseado y nuestras miradas se sonreían....nos movíamos en espiral, de cercanías indiscretas y orgánicas , rozándonos, olíendonos...
No me contuve más y la besé; ella parecía sorprendida, pero me respondió con el mismo entusiasmo.. como una niña probando un dulce adorado. Nuestras lenguas simulaban una danza húmeda...cuantas veces repasé sus labios, su cuello, sus pequeños pechos, sus nalgas discretas, su sexo abierto como una flor de pétalos grandes y suaves........
He coleccionado cada compás de aquel minueto nocturno... aquel recorrido por sus formas suaves y gentiles...aquel primer orgasmo , que más bien parecía un coro de gemidos agudos y aterciopelados....una y otra vez...ahogándola en mi boca, mis besos que se la querían comer y a la vez buscaban una especie de redención ante sus gemidos y acelerado cuerpo húmedo.
Estuvimos un largo rato enredadas, mirándonos,enamorándonos, sabiéndonos hermosas, únicas, acicalándonos, lamiéndonos, tocándonos.....Por momentos esa noche guardé la mirada y me adentré a sus tierras de braile...... hermosa lectura.
México.......